Este es un pequeño y encantador apartamento ubicado en Moscú y diseñado por los arquitectos de Int2architecture, el cual, es una muestra de cómo en tan sólo 45m2 puede acondicionarse un espacio moderno, divertido y acogedor.
Dentro de las características que más destacan en este apartamento son las paredes blancas de ladrillo a la vista que llevan textura y calidez a cada uno de los ambientes; así también, los exactos toques de color y patrones en formas geométricas que brindan alegría al entorno. Otro aspecto interesante es la forma en que aprovechan el poco espacio disponible con diferentes formas de almacenamiento integrado.
En la cocina lo que más llama la atención es un patrón geométrico en tonos de verde, amarillo y gris que resaltan en la zona del salpicadero.
El bar, que separa la sala de la cocina, tiene un pizarrón negro y al lado se ha aprovechado el espacio para almacenar botellas, ubicando las copas en la parte superior y dando color con unas lindas sillas verdes.
En la sala, la rústica pared de ladrillos blancos se armoniza con los tonos suaves de amarillo y menta; que acompañan al sillón gris y una mesita de centro azul.
El dormitorio se separa de la sala con una enorme cortina. La cama se encuentra elevada sobre una plataforma de madera con espaciosos cajones. Aquí la pared de ladrillos se une a un papel tapiz de lunares grises hacia un lado de la cama, en donde se ubica una mesa de noche. Además hay un espacio que sirve como armario, cubierto por una cortina blanca.
El apartamento tiene un pequeño balcón cerrado con asientos fabricados con viejas cajas de madera repintada que sirven de contenedores. Del otro lado una repisa de madera con algunas plantas aprovechando el ingreso de luz.
Lo más resaltante en el cuarto de baño es, sin duda, el puzzle de palabras cruzadas en la pared. Además de una llamativa alfombra amarilla y violeta que contrasta con el suelo con baldosas cerámica hexagonales oscuras.